Tuberculosis pulmonar

Definición

Es una infección bacteriana contagiosa que compromete los pulmones, pero puede propagarse a otros órganos.

Nombres alternativos

TB; Tuberculosis en los pulmones

Causas

La tuberculosis (TB) pulmonar es causada por la bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis) y se puede adquirir por la inhalación de gotitas de agua provenientes de la tos o el estornudo de una persona infectada. Esto se denomina tuberculosis primaria.

En los Estados Unidos, la mayoría de las personas se recupera de la infección de tuberculosis primaria sin evidencia mayor de la enfermedad. La infección puede permanecer  inactiva (latente) por años; sin embargo, en algunas personas se puede reactivar.

La mayoría de las personas que presentan síntomas de una infección de tuberculosis resultaron primero infectadas en el pasado. Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad puede reactivarse en cuestión de semanas después de la infección primaria.

Las siguientes personas están en mayor riesgo de tuberculosis activa:

El riesgo de contraer tuberculosis aumenta si uno:

Los siguientes factores pueden incrementar la tasa de infección tuberculosa en una población:

En los Estados Unidos, hay aproximadamente 10 casos de tuberculosis por cada 100,000 personas; sin embargo, las tasas varían tremendamente por área de residencia y clase socioeconómica.

Ver también: Tuberculosis diseminada

Síntomas

La fase primaria de la tuberculosis normalmente no causa síntomas. Cuando los síntomas de tuberculosis pulmonar se presentan, pueden abarcar:

Otros síntomas que pueden ocurrir con esta enfermedad:

Pruebas y exámenes

El médico o el personal de enfermería realizará un examen físico, que puede mostrar:

Los exámenes pueden abarcar:

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es curar la infección con fármacos que combatan las bacterias de la tuberculosis. El tratamiento de la tuberculosis pulmonar activa siempre involucrará una combinación de muchos fármacos (por lo regular cuatro). Se continúa la administración de todos los fármacos hasta que las pruebas de laboratorio muestran qué medicamentos funcionan mejor.

Los fármacos que se utilizan con mayor frecuencia abarcan:

Otros fármacos que se pueden usar para tratar la tuberculosis abarcan:

Usted posiblemente necesite tomar muchas píldoras diferentes en momentos diferentes del día durante 6 meses o más. Es muy importante que usted tome las píldoras de acuerdo con las instrucciones del médico.

Cuando las personas no toman sus medicamentos para la tuberculosis como se les recomienda, la infección se vuelve mucho más difícil de tratar. Las bacterias de la tuberculosis pueden volverse resistentes al tratamiento y, algunas veces, los fármacos ya no ayudan a tratar la infección.

Cuando exista la preocupación de que tal vez un paciente no se tome todo el medicamento de acuerdo con las instrucciones, es probable que un médico tenga que vigilarlo para que tome los medicamentos recetados. Esto se denomina terapia con observación directa. En este caso, los fármacos se pueden administrar 2 o 3 veces por semana, según lo recete el médico.

Usted posiblemente necesite quedarse en la casa o que lo hospitalicen durante 2 a 4 semanas para evitar la propagación de la enfermedad a otros hasta que ya no sea contagioso.

Al médico o al personal de enfermería se le exige por ley notificar su enfermedad de tuberculosis a la Secretaría de Salud local. El equipo de asistencia sanitaria se asegurará de que usted reciba la mejor atención para la tuberculosis.

Grupos de apoyo

Usted puede aliviar el estrés de la enfermedad uniéndose a un grupo de apoyo donde los miembros comparten experiencias y problemas en común.

Ver: grupos de apoyo para enfermedades pulmonares

Expectativas (pronóstico)

Los síntomas a menudo mejoran en 2 a 3 semanas. Una radiografía de tórax no mostrará este mejoramiento hasta semanas o meses más tarde. El pronóstico es excelente si la tuberculosis pulmonar se diagnostica a tiempo y el tratamiento se inicia rápidamente.

Posibles complicaciones

La tuberculosis pulmonar puede causar daño permanente a los pulmones si no se trata oportunamente.

Los medicamentos usados para tratar la tuberculosis pueden causar efectos secundarios, incluyendo problemas hepáticos. Otros efectos secundarios abarcan:

Se puede hacer un examen de la visión antes del tratamiento, de manera que el médico pueda vigilar cualquier tipo de cambios en la salud de sus ojos con el tiempo.

Cuándo contactar a un profesional médico

Llame al médico si:

Prevención

La tuberculosis es una enfermedad que se puede prevenir, incluso en aquéllos que han estado expuestos a una persona infectada. La prueba cutánea (PPD) para tuberculosis se emplea en las poblaciones de alto riesgo o en personas que pueden haber estado expuestas a esta enfermedad, como los trabajadores de la salud.

A las personas que han estado expuestas a la tuberculosis se les deben hacer pruebas cutáneas inmediatamente y tener un examen de control en una fecha posterior si la primera prueba es negativa. 

Una prueba cutánea positiva significa que usted ha estado en contacto con la bacteria de la TB. Hable con el médico respecto a cómo evitar contraer esta enfermedad.

El tratamiento oportuno es sumamente importante para controlar la propagación de la tuberculosis desde aquellos que tengan la enfermedad de tuberculosis activa hacia aquellos que nunca han estado infectados con esta enfermedad.

Algunos países con una alta incidencia de tuberculosis les aplican una vacuna BCG para prevenir la tuberculosis. Sin embargo, la efectividad de esta vacuna es limitada y no se usa rutinariamente en los Estados Unidos.

A las personas que hayan recibido la vacuna antituberculosa (BCG) aún se les pueden hacer pruebas cutáneas para la tuberculosis. Analice los resultados del examen (si es positivo) con su médico.

Referencias

Ellner JJ. Tuberculosis. In: Goldman L, Schafer AI, eds.Cecil Medicine. 24th ed.Philadelphia,PA: Saunders Elsevier; 2011:chap 332.

Fitzgerald DW, Sterling TR, Haas DW. Mycobacterium tuberculosis. In: Mandell GL, Bennett JE, Dolan R, eds. Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 7th ed. Orlando, FL: Saunders Elsevier; 2009:chap 250.


Actualizado: 12/6/2011
Versión en inglés revisada por: David C. Dugdale, III, MD, Professor of Medicine, Division of General Medicine, Department of Medicine, University of Washington School of Medicine; Jatin M. Vyas, MD, PhD, Assistant Professor in Medicine, Harvard Medical School, Assistant in Medicine, Division of Infectious Disease, Department of Medicine, Massachusetts General Hospital. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
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